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"De todo un poco, y de nada mucho, es regla de hombre ducho"
La Comunidad de Castilla y León tiene fama de buen comer, gracias a sus atractivos culinarios, a su riqueza de materia prima y a la diversidad de sus pueblos.
Dentro de esta diversidad se encuentra la Mancomunidad de Ledesma, donde podemos encontrar platos típicos elaborados con los propios productos de la zona. Nada de eso sería posible sin los recursos naturales y las huertas tradicionalmente familiares.
Podemos encontrar en la comarca una cocina clásica en la que aún perduran cocidos, potajes, pescados, carnes, asados y dulces, que son depositarios y testigos de ancestrales recetas, transmitidas no sólo en libros de uso, sino “boca a boca”, en claro exponente de herencia familiar. Pero, asimismo, ha ido acomodando sus guisos a las exigencias de los nuevos tiempos, siendo capaz de ofrecer al más exquisito paladar los manjares de ayer al gusto de hoy.
En el afán por conservar, investigar y poner en valor nuestro patrimonio histórico, llega ahora el turno a uno de los bienes que no por cotidiano deja de tener una enorme importancia en el acervo cultural de un pueblo: su gastronomía, que por tradición oral ha pasado de madres a hijas durante generaciones y que hoy, en parte, decidimos recoger en este recetario.
Por eso, nadie puede sentirse extraño ante nuestros fogones, dispuestos a satisfacer al viajero en múltiple variedad de posibilidades culinarias. Tradición y modernidad que se encierran en una sola palabra: servicio.